domingo, 6 de mayo de 2012

Lectura: Ultimo Turquito


Lectura. EL ULTIMO TURQUITO
               Reseña y comentario por: Ana Belén Muciño Infante.
Grupo: 618

La lectura inicia con una descripción de un bello bosque situado en las orillas de un arrollo, donde la vegetación es hermosa y abundante, donde la fauna y la flora forman una armonía común, donde la mayoría de los factores bióticos y abióticos forman un todo. Pero dicha armonía es rota por aquellos destructores, los seres humanos, quienes solo vemos lo bello en el dinero y encontramos la satisfacción en matar y destruir, quienes solo sabemos hacer la guerra y no la paz, incluso con los mas indefensos y con quienes ni lo pueden pedir, pero lo merecen.
Aquellos seres que somos, solo nos dedicamos a la destrucción y a la guerra, y simplemente sin ella no podemos vivir, sin darnos cuenta que no solo matamos cosas, sino que quitamos vidas, arrebatamos vida a la naturaleza, sin darnos cuenta que en ello mismo, buscamos nuestro fin; porque somos tan ciegos como para darnos cuenta que si matamos ahora, algún día, tal vez no tan lejano, nos encontraremos en la misma situación.

·       En lo personal creo que es una historia muy triste pues me di cuenta del papel tan burdo que jugamos en cualquiera de los biomas del mundo. En cada uno solo fungimos como depredadores, es decir, solo usamos y robamos lo que a otros seres les costó trabajo formar y lo peor es que lo hacemos de la manera mas triste… Matando.
No nos damos cuenta que a nuestro alrededor habitan mas especies, quizá algunas mas adaptadas que otras, pero que son fundamentales en la naturaleza formando una armonía. Así, solo nos dedicamos a destruir áreas donde flora y fauna conviven entre si, donde tardaron miles de años en formarse reservas naturales únicas y en lugar de apoyar o cuidar, solo destruimos. Creo que esta lectura me ha servido para reflexionar sobre lo tontos y egoístas que hemos sido al  no apreciar y respetar lo que tenemos a nuestro al alrededor. Pero no nos damos cuenta ya que somos ignorantes, no sabemos el daño que nos estamos haciendo; por ignorancia matamos quitamos y nos creemos más inteligentes que la propia naturaleza pero un día no muy lejano si no somos consientes de lo que estamos provocando nosotros mismos estaremos cavando la tumba de nuestra extinción como especie en la tierra. Desapareceremos ya que no somos aptos para coexistir con las demás especies, no reciclamos, no generamos nuestro propio alimento, robamos el de otros animales, robamos su espacio, y ni si quiera nos respetamos a nosotros mismo; así  pude aprender que no  somos aptos para formar parte de este todo y quizá algún día, tal vez ya no muy lejano, así como aparecimos, nos extinguiremos.

1 comentario: